Voy a tocar un tema delicado, como es siempre el dinero y lo que cada cual quiera hacer con él. Este tema siempre suscita debates, la situación de cada uno de nosotros es distinta, los ingresos, el uso, los gastos, etc…
Hay opiniones para todos los gustos. Partimos de la base que si pudiéramos, la gran mayoría de nosotros tendríamos el mejor material posible, y digo la mayoría, porque siempre habrá quien pudiendo adquirir lo más caro no lo haga porque no lo necesita.
Si trasladáramos la pirámide de Maslow a nuestro deporte, en la base iría un mínimo indispensable para disfrutar con seguridad de las rutas de montaña con nuestros compañeros. De ahí en adelante, cada cual es libre de invertir en su bicicleta mientras el mercado le ofrezca.
Alguien pensará seguramente que éste es un argumento utilizado por alguien con menos nivel económico del envidiado o deseado. Bueno, es una opinión perfectamente respetable, pero lo que pretendo, desde la humildad, es ayudar un poco a la compra acertada de material para pasarlo lo mejor posible en el monte.
Dicho esto, llegamos al apartado de, cuanto debes gastar. Lo adecuado es que el puedes sea mayor que el debes en este campo, de lo contrario seguramente la cosa no acabe bien del todo, me explico:
Si no podemos adquirir una bicicleta de descenso, difícilmente podamos disputar una competición con garantías de éxito. Bajar bajaremos por los mismos sitios si nuestra técnica lo permite, pero estaremos mucho más expuestos a golpes y a malas experiencias.
Hoy en día hay infinidad de usos y diferentes tipos de bicicletas de montaña, desde el uso recreacional al competitivo, desde el XC puro al Descenso. No todos vamos a necesitar la misma bici ni, aquí llega para mi el «quid» de la cuestión, el mismo nivel de prestaciones.
Aunque podamos pagarla con creces, si nuestra intención es dar una vuelta los domingos con nuestros compañeros, tranquilamente, sin prisas, sin complejidades técnicas e incluso no son todas las semanas, no deberíamos comprar una bici como la de Julien Absalon, por ejemplo. Esta bici será ligera, y cara, pero también está muy destinada a la competición, con una geometría exigente con nuestro cuerpo y un sistema de suspensión pensando más en el rendimiento que en la comodidad. ¿Quiere decir esto que no la puedo usar para ir a almorzar algún domingo? La puedes usar, pero no es su entorno ni, con todos mis respetos, le estarás sacando rendimiento.
Otro caso podría ser una bicicleta con infinidad de regulaciones tanto en horquilla como en amortiguador pensada para la competición en enduro. Hay gente capaz de sacar provecho de todas estas regulaciones, pero, otra vez sin ánimo de ofender a nadie, (hasta yo mismo con más de 20 años de experiencia y muchos encima de dobles suspensión, veo necesarias tantas regulaciones) hay gente que realmente no va a notar la diferencia entre llevar regulación diferenciada de compresión en alta y baja velocidad, por decir una de las mas complejas de implementar en una suspensión.
Y muchísimo peor si ni el usuario ni el vendedor son buenos conocedores de cómo regular bien una suspensión. Aquí la ayuda técnica de nuestro vendedor o mecánico de confianza es crucial para obtener una grata experiencia, de nada sirve el mejor amortiguador del mundo si no tiene una buena puesta a punto, es más, puede ser una verdadera pesadilla.
Dónde quiero llegar con todo esto es a que si nuestro presupuesto es finito, sea por capacidad económica o porque no nos da la gana invertir más de «x», debemos fijarnos en las características que más nos aportarán como usuarios. Voy a poner varios ejemplos prácticos, bajo mi punto de vista, que espero os sirvan de ayuda:
Entre una geometría moderna y adecuada al uso que le vamos a dar y aluminio o carbono, es preferible que nuestra nueva bici tenga lo primero.
Si dudamos entre un buen sistema de suspensión y uno peor pero con el mejor amortiguador, la elección siempre será el sistema por encima del amortiguador. Por dos razones: Un amortiguador es más barato de reemplazar que un cuadro y si este cuadro funciona bien con un amortiguador más simple imagina con uno de alta gama…
Mejor unos buenos neumáticos y frenos que manillar y potencia, si nos movemos siempre dentro de un mínimo de fiabilidad, un manillar y una potencia, aunque pesen más nos harán la función, neumáticos y frenos nos harán disfrutar mucho más si son adecuados y seguros.
Si somos de estar muchas horas sentados en el sillín y devoramos muchos kilómetros, agradeceremos más un buen sillín que un cambio de gama superior.
Y así surgirán muchos más casos, podéis consultarme o directamente dejaros aconsejar por vuestro «tendero-amigo». Bueno, algunos pensarán que el dueño de una tienda va a querer vender siempre lo más caro para sacar más beneficios. No voy a ser yo el que lo niegue rotundamente, pero la profesionalidad y la ética debería evitar ciertos abusos. Y sino, siempre se puede usar una técnica copiada de cierta marca de cámaras fotográficas, ofrecer siempre el mismo beneficio al vendedor, cueste lo que cueste el producto. De esta forma no se verá tentado a vender siempre lo más caro.
Y sobre todo… disfrutad del pedaleo y si es en buena compañía, mejor que mejor.